lunes, 4 de junio de 2012

La obesidad en el embarazo





Nuevos estudios revelan la importancia de alcanzar un peso saludable antes y durante el embarazo. Las mujeres que se quedan embarazadas y tienen obesidad pueden tener riesgo tanto para su salud como para el del bebé. 

La prevalencia de mujeres obesas que se quedan embarazadas varía entre el 1,8% y el 25,3%.
La obesidad materna se asocia a unos mayores riesgos y complicaciones durante el embarazo, incluso da lugar a mayores índices de mortalidad materna e infantil si se compara con las madres que no son obesas.
Está claro que las necesidades de energía aumentan durante el embarazo, pero el incremento es significativo sólo durante el último trimestre y aumentan unas 200Kcal diarias. Esto quiere decir que no se debe "comer por dos" como siempre se ha dicho. De hecho, es durante la lactancia cuando aumenta las necesidades energéticas a unas 675Kcal diarias, para cubrir la producción de leche. 

Los estudios demuestran que el embarazo más seguro y saludable se asocia a un IMC anterior al embarazo de 23Kg/m2. Sin embargo, el aumento de peso durante un embarazo saludable varía y depende del peso corporal antes de la concepción y también de la presencia de edemas.
Lo recomendable sobre el aumento de peso óptimo durante el embarazo están actualmente bajo debate. Según la OMS, un peso óptimo al nacer el bebé de 3,1 a 3,6Kg debería corresponder  a un aumento de peso de la madre de entre 10 y 14Kg. 

La rápida pérdida de peso y las dietas de choque durante el embarazo no están nada aconsejadas y pueden resultar muy peligrosas, produciendo cetoacidosis que puede provocar la muerte del bebé o un deterioro de sus facultades cognitivas en un futuro. Además, restringir la alimentación, el consumo de alimentos y el aporte de nutrientes al feto durante el embarazo podría ponerle en riesgo de sufrir obesidad involuntariamente. 

Estadísticamente las mujeres obesas presentan un mayor riesgo de aborto y de parto o muerte del bebé prematuros. Otra consecuencia de las mujeres obesas son las complicaciones en el parto, que aumenta las probabilidades de parto por cesárea de urgencia. Además se incluyen hipertensión, nacimiento de un bebé grande y la diabetes gestacional. 

Las mujeres con obesidad también se enfrentan a dificultades para comenzar y mantener la lactancia y los bebés de estas mujeres tienen más probabilidades de desarrollar defectos congénitos (por ejemplo, espina bífida o defectos cardíacos).
Otros estudios han demostrado que lo que come una mujer cuando está embarazada puede afectar al riesgo de obesidad del hijo, independientemente de su constitución y del peso del bebé al nacer.

Para finalizar, hay que saber que el embarazo es un periodo vulnerable en términos de nutrición y salud para la madre y para el bebé, por eso se recomienda alcanzar el peso adecuado para la madre antes del embarazo y aumentar de peso de forma adecuada durante el embarazo, para garantizar el parto seguro de un bebé sano y la futura salud del niño.   

Fuente: http://www.eufic.org/article/es/page/FTARCHIVE/artid/Problemas-de-peso-asociados-con-el-embarazo/

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