martes, 20 de marzo de 2012

Carne curada y EPOC


Un estudio reciente realizado en España, por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y publicado en la revista European Respiratory Journal sugiere que comer demasiada carne curada y embutido podría empeorar los síntomas de las enfermedades respiratorias como el enfisema y la bronquitis crónica. 


Estas enfermedades, que provocan una inflamación de los pulmones que dificulta la respiración, se incluyen comúnmente bajo el término de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta enfermedad está entre las cinco causas de mortalidad de todo el mundo y en España se estima que mueren más de 18.000 personas cada año por su culpa.

El estudio se realizó en 274 pacientes elegidos durante el ingreso hospitalario en nueve centros sanitarios universitarios entre 2004 y 2006. Según la autora, la Dra. Judith García-Aymerich, las personas que consumían una cantidad más elevada de carne curada tenían más riesgo de ingresar en el hospital por agudización de los síntomas respiratorios.
Los motivos por los que este tipo de alimentos perjudican a los afectados de EPOC puede ser por los nitritos que se añaden a las carnes curadas como conservantes de agentes bacterianos, ya que estos son proinflamatorios y generan un exceso de inflamación en pacientes que ya la padecen de por sí, agravando los síntomas.

Los autores del estudio determinan que una dieta sana puede ser un factor beneficioso para la mejora de las enfermedades pulmonares, sin embargo, las guías de EPOC no incluyen ninguna recomendación dietética específica para estos pacientes, a parte del aumento de la ingesta calórica para evitar la pérdida de peso.
Además de las modificaciones dietéticas, dejar de fumar y practicar ejercicio físico de forma regular puede ayudar a prevenir las crisis de la enfermedad.

jueves, 15 de marzo de 2012

La nueva dieta enteral


Cada cierto tiempo suele aparecer una dieta para la pérdida de peso que promete resultados rápidos. Todavía está en boca de todos la "dieta Dukan", que mediante su libro (el libro más vendido en España en 2011) ha puesto a dieta a millones de personas.

Lo último que ha surgido es lo que se llama "Dieta Enteral Planas". En este artículo se pretende explicar en qué consiste y la opinión del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN). 

Para comenzar, se debe explicar que la nutrición o alimentación enteral se lleva utilizando hospitalariamente o extrahospitalariamente muchos años. La nutrición enteral consiste en administrar mediante sonda (un tubo pequeño) los nutrientes que la persona necesita. Existen diferentes tipos de nutrición enteral, pero en el caso de la Dieta Enteral Planas utilizan la sonda nasogástrica, que pasa la sonda por la nariz y llega hasta el estómago.
Hay que explicar que clínicamente, la nutrición enteral se indica en casos que haya obstrucción de la vía digestiva, la persona no pueda tragar, deglutir o si mediante la alimentación oral normal no se consigue alimentar completamente a un sujeto. 


Pues sí, como se explica en la propia página del centro, la primera fase de la dieta consiste en 10 días de nutrición nasogástrica exclusiva. Eso quiere decir, que los 10 primeros días de la dieta, la persona debe estar ingresada en el hospital y alimentándose solamente de las bolsas de goteo que les preparen los especialistas del departamento de nutrición.

Según explican los propios creadores, mediante la sonda se va administrando durante las 24 horas del día una fórmula enteral preparada con todos los nutrientes que la persona necesita. El objetivo es tener un continuo flujo de nutrientes para que los niveles de glucosa no bajen y no se produzca hipoglucemia, activar la lipólisis (quemar grasa corporal) y mantener la masa muscular. Durante los 10 días que la persona está ingresada, no puede comer absolutamente nada, ningún tipo de alimento (personalmente pienso que una persona que puede estar 10 días sin ingerir alimentos, puede tener la fuerza de voluntad suficiente para realizar una dieta sana y equilibrada).

Además, en los días de hospitalización la persona es controlada con controles analíticos, antropométricos y fisiológicos. También se realiza ejercicio físico controlado y asesoramiento de diferentes especialistas y psicólogos. Es conveniente explicar que aunque la persona esté ingresado en la primera fase, puede salir a la calle a pasear, pero debe dormir en el hospital y estar la mayor parte del tiempo en él para realizar los controles.   

La segunda fase del plan, que dura 14 días, la persona ya está en su casa y no se alimenta por sonda nasogástrica. La alimentación personalizada se realiza mediante alimentos y suplementos nutricionales. La persona vuelve a hacer una alimentación normal y adecuada a sus características ya que durante esta fase recibe un asesoramiento y una reeducación alimentaria para que pueda saber "cómo, cuándo y cuanto comer y así tratar de mantener su peso".  

Como era de esperar, la creación y publicidad de este método de adelgazamiento ya ha tenido su reacción. El GREP-AEDN, es la parte de la asociación de Dietistas-Nutricionistas encargada de revisar y comentar todas las novedades que surgen en su ámbito. En su última publicación ha querido ofrecer su postura "desaconsejando a la población la Dieta Enteral Planas".
El GREP-AEDN llega a esta conclusión alegando que:
- No tiene sustento científico.
- Diversas afirmaciones que aparecen en la web que la difunde incumplen la legislación vigente.
- Cumple varias de las características que definen a las dietas fraudulentas o los métodos fraudulentos para perder peso.
- Puede suponer asumir diversos riesgos para la salud.
 
Los creadores se refieren a la dieta como un "programa de reeducación alimentaria", ya que además de una rápida pérdida de peso, el paciente adquiere unos hábitos alimentarios que le ayudarán a mantener el peso alcanzado. Personalmente creo que con una buena reeducación alimentaria la mayoría de personas con sobrepeso u obesidad conseguirían alcanzar con el tiempo un peso saludable, sin tener que acudir a unos métodos que se anuncian rápidos o novedosos ni realizar prácticas tan excéntricas o raras como la sonda nasogástrica. 

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/02/10/nutricion/1328888711.html
http://www.grep-aedn.es/documentos/DietaEnteralPlanas.pdf

lunes, 12 de marzo de 2012

Televisión y alimentación infantil


Que el marketing y la publicidad ha de tener su efecto sobre las personas es algo que nadie duda, de hecho, se mueve muchísimo dinero en este ámbito. Cada día la publicidad se reinventa e intenta llegar a más personas, entre ellas los niños. 

Recientemente se ha publicado un artículo que estudia el efecto de la publicidad de alimentos anunciados en televisión y los niños.
El caso de los niños es un caso excepcional, ya que los anuncios de alimentos tiene un efecto mayor en este grupo de edad. 

Hay que recordar que en el mundo hay mil millones de niños con sobrepeso y 300 millones son obesos, y la cifra en el futuro se espera que crezca. Además, la televisión es un medio de comunicación importante para trasmitir y modificar las conductas alimentarias, especialmente en edad infantil. La televisión puede tener los siguientes efectos sobre la obesidad:
- Promoción de un estilo sedentario, ya que muchas personas prefieren estar sentadas viendo la televisión o jugando a la consola antes que salir a pasear.
- Promoción de una dieta no saludable, en parte por el tipo de alimentos que publicitan.
- Promoción de un mayor consumo de alimentos.  

En 13 países se hizo una evaluación publicitaria y se obtuvo que la franja horaria donde los niños más ven la televisión era donde más había anuncios de alimentos.  Además, en todos los países, la mayoría (67% de los anuncios) de alimentos anunciados fueron alimentos no esenciales.

En el artículo publicado, se hizo una revisión de los artículos publicados que evaluaban el efecto de la exposición a la televisión de los anuncios de alimentos sobre las preferencias, demanda, compra y consumo de alimentos.
Los resultados observados fueron:
Que los alimentos más publicitados fueron cereales azucarados, galletas, aperitivos salados y comida rápida.
Que había una gran relación entre los anuncios de alimentos y la preferencia de consumo de alimentos de las personas.
Que el impacto de los anuncios es mayor en niños que en adultos.
Que existe un efecto positivo en pre-escolares en la selección de alimentos si se exponen a un programa nutricional.

Por este motivo algunas organizaciones consideran que se debería regular los anuncios televisivos sobre alimentación, especialmente en horario infantil. En Australia por ejemplo, la regulación de la publicidad de alimentos en niños ha tenido un gran efecto, reduciendo en un 79,2% la transmisión de anuncios de alimentos no esenciales.

G. Díaz Ramírez, M. C. Souto-Gallardo, M. Bacardí Gascón y A. Jiménez-Cruz. "Efecto de la publicidad de alimentos anunciados en la televisión sobre la preferencia y el consumo de alimentos: revisión sistemática"

martes, 6 de marzo de 2012

Consumo de fritos y riesgo cardiovascular


Los autores de un estudio realizado en España llegan a la conclusión de que el consumo de alimentos fritos con aceite de oliva y de girasol no se asocia con la enfermedad coronaria. 

El estudio, en el que participaron 40.757 adultos sanos de 29 a 69 años, recogía las costumbres culinarias durante 11 años de todos los participantes. 
En este estudio las personas consumían de media 138g diarios de comida frita, usando para ello 14g de aceite para freír. Los autores observaron que las personas que comían más fritos eran las más jóvenes y que no había diferencia entre usar aceite de oliva o de girasol, pero el más usado por las personas era el aceite de oliva. 

Los alimentos más consumidos fueron pescado (24%), carne (22%), patata (21%) y huevo (11%). Las personas del estudio llevaban una dieta normocalórica, en la que consumían diariamente verdura y fruta.
Además, en el estudio no se observó asociación entre el tipo de alimento frito y la enfermedad coronaria.

Aun así, en el estudio hay mucha controversia, ya que existen muchos condicionantes y limitaciones que no permiten una conclusión clara y que los mismos autores admiten.
De este modo, los autores creen que los entrevistados podrían haber mentido reduciendo el consumo de fritos, al considerar que estos son malos para la salud. Otro inconveniente es que no podían saber el tipo de fritura, si era salteado, bien sumergido en aceite... ni la cantidad de aceite que quedaba en el alimento frito. 

Tampoco se sabía si los aceite eran reusados ni la temperatura de las frituras, cosa que condiciona mucho la calidad del aceite, aumentando o reduciendo el efecto protector del corazón.
El mejor aceite para una fritura es el aceite de oliva, porque soporta temperaturas más altas de cocción que otros aceites, llegando hasta los 210ºC.

Un punto a favor de las conclusiones de los autores, es que los alimentos que se consumieron fritos no eran "fast food", es decir, las personas del estudio consumían alimentos típicos de la dieta mediterránea, que en general son beneficiosos para las enfermedades coronarias. Los autores pudieron comprobar que los "snacks" fritos con alto contenido en sal son mucho menos consumidos en España que en otros países.

Los autores acaban diciendo que este estudio es solo aplicable en países con dieta mediterránea, porque tienen la costumbre de utilizar el mismo tipo de aceite para la cocción y los mismos alimentos fritos. 

Por este motivo podemos llegar a la conclusión que el hecho de consumir alimentos fritos puede ser más o menos favorable para nuestra salud dependiendo de varias condiciones: el tipo de alimento consumido, ya que hay alimentos que son más cardioprotectores que otros, no es lo mismo consumir unas verduras o pescado frito a consumir hamburguesas de cadenas de restauración "fast food". Otra condición es el tipo de aceite, siendo los más beneficiosos para el corazón el aceite de oliva y girasol por su perfil de ácidos grasos y los menos indicados todas las grasas de origen animal.
Otra condición es la cocción, ya que dependen varios factores a la calidad final del alimento, como puede ser las veces que se usa un mismo aceite (se recomienda que no mas de 3-4 veces) o a la temperatura a la que se fríe el alimento.

Para disfrutar de nuestra alimentación debemos comer lo más variado posible, esto incluye también alimentos fritos, en menor proporción que otras cocciones (alrededor de 2 veces a la semana) y con una combinación de alimentos lo más sana y saludable posible, ya que se ha visto, que con un consumo razonable no es perjudicial para la salud.