Cuando hablamos del contenido en nutrientes de los alimentos solemos
referirnos en estado crudo. Pero debemos saber que todas las manipulaciones que
realizamos al alimento (más aún en frutas y hortalizas) comportan un cambio en
su calidad nutricional.
Por ejemplo, el pelar las frutas hace que nos deshagamos de las vitaminas que se encuentran en la piel. Otro ejemplo es la cocción, que puede destruir compuestos o al revés, liberar algunos nutrientes que sean mejor aprovechados por nuestro organismo.
Por ejemplo, el pelar las frutas hace que nos deshagamos de las vitaminas que se encuentran en la piel. Otro ejemplo es la cocción, que puede destruir compuestos o al revés, liberar algunos nutrientes que sean mejor aprovechados por nuestro organismo.
En este documento se presentan las manipulaciones realizadas en las
frutas y hortalizas y cómo afectan éstas al contenido nutricional.
Almacenamiento de Frutas y Hortalizas
La temperatura a la que se almacenan las Frutas y Hortalizas es un
parámetro que influye de forma importante sobre su estabilidad pero no tanto en
su valor nutricional. Las reacciones
químicas que se producen espontáneamente a temperaturas de entre 20 y
25ºC (y que
afectan a su contenido en nutrientes) se reducen a la mitad con tan solo
disminuir dichas
temperaturas en 10ºC, aunque algunas reacciones todavía se producen
durante
condiciones de refrigeración (0-5 ºC). En cualquier caso, algunas Frutas
y Hortalizas pueden sufrir alteraciones en su textura a causa del frío, en
particular los plátanos por debajo de los 12ºC, los tomates y los pepinos por
debajo de los 7°C y las manzanas por debajo de 2°C.
Lo más recomendable es conservar las Frutas y Hortalizas frescas en la
parte más templada de la nevera, salvo los tomates o las frutas tropicales y
subtropicales como el aguacate, el plátano o la piña, que, como se ha indicado
antes, se conservan mejor en un lugar fresco, fuera de la nevera. Existe la
errónea creencia de que la vitamina C del zumo de naranja casero es poco
estable, cuando solo condiciones extremas (ej: calentarlo a 120º C) disminuyen
de forma considerable dicha vitamina. La vitamina C se conserva perfectamente
en el zumo durante varias horas, aunque con el paso de las horas el sabor puede
hacerse más amargo.
La congelación, por su parte, es un proceso que no afecta prácticamente al
contenido en
nutrientes de los alimentos, pero que puede resultar una desventaja
debido a que puede
propiciar cambios en la textura de Frutas y Hortalizas, sobre todo en las
frutas. Sea como fuere, la congelación es el método más ampliamente aceptado para
el almacenamiento a largo plazo de las hortalizas.
Cortar y pelar Frutas y
Hortalizas
Si bien es cierto que
pelar y cortar Frutas y Hortalizas puede generar disminuciones en su contenido nutritivo,
sobre todo en las vitaminas hidrosolubles más lábiles (ej: vitamina C, B1 y ácido
fólico), así como de fibra dietética contenida en la piel del alimento, por una
parte, dichas disminuciones no son relevantes a largo plazo cuando se
consideran los beneficios obtenidos por el consumo de estos alimentos.
Cocción
Introducción
Tal y como se
detallará a continuación, la cocción afecta al valor nutritivo de Frutas y
Hortalizas. No obstante, esta afectación puede ser tanto positiva como negativa
en función tanto del método de cocción, de la temperatura, del tiempo de dicha
cocción e incluso del tipo de alimento concreto. Se sabe, por ejemplo, que la
cocción disminuye el contenido de fibra y vitamina C, pero mejora la biodisponibilidad
y los efectos positivos del licopeno, de los carotenoides y del ácido fólico. En
el caso de los carotenoides, su absorción es baja en alimentos crudos, mientras
que tras la cocción aumenta, gracias a su liberación de la estructura del
alimento. La adición de pequeñas cantidades de grasa o aceite (3-5 gramos por comida
–aproximadamente, una cucharadita de café-) mejora todavía más la
biodisponibilidad de estas sustancias.
Los nutrientes de Frutas
y Hortalizas más estables a la cocción son los minerales (ej: hierro, cobre, calcio),
pero sobre todo los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas). La
pérdida de nutrientes durante la cocción se puede atribuir a dos rutas básicas:
reacciones químicas inducidas por la temperatura, y la lixiviación (arrastre)
de los nutrientes en el medio de cocción. Muchos nutrientes son térmicamente
inestables cuando se calientan y su concentración disminuye exponencialmente
con el tiempo. Las vitaminas más sensibles a las altas temperaturas son las
vitaminas C, B1, B6 y el ácido fólico, que pueden ser completamente destruidas
en la cocción doméstica. En cuanto a los aminoácidos esenciales, la lisina es
el menos estable al calor y hasta el 40% puede ser destruida por las prácticas
de cocción domésticas, aunque como la ingesta de proteínas en España es muy
elevada, y las Frutas y Hortalizas no son fuentes relevantes de proteínas en la
dieta, esta pérdida no es relevante para la salud.
En general, los
métodos rápidos para cocinar que utilizan altas temperaturas y tiempos
cortos, como el
microondas, la fritura, el salteado o el horneado y en los que no se sumerge al
alimento en agua, producen menos pérdidas de nutrientes que los métodos de
mayor duración, sobre todo aquellos de cocción a temperaturas moderadas y en
los que no se aprovecha el agua de cocción.
Hervido
Las
pérdidas vitamínicas en Frutas y Hortalizas a causa del hervido son muy
variables. Destaca la pérdida de ácido fólico (40% en hortalizas y 80% en
frutas) y de vitamina C (45% en hortalizas y 25% en frutas), siendo menor,
aunque relevante, la de otras vitamina hidrosolubles como las vitaminas B1,
riboflavina, niacina o B6. Las pérdidas de vitaminas liposolubles son, en
general, leves. Las pérdidas de minerales serán relevantes cuanto mayor sea la
cantidad de agua utilizada para hervir y menor sea el tamaño del corte del
alimento.
Como algunas
vitaminas se degradan con más facilidad en medios neutros o alcalinos, la
adición de vinagre o zumo de limón al agua genera un medio ácido que permite
una mejor conservación de las vitaminas. Por último, conviene esperar a que el
agua hierva para sumergir el alimento, ya que ello permite conservar mejor su contenido
nutritivo.
Guisado
El guisado se
caracteriza por una cocción de larga duración y a temperaturas moderadas.
Genera notables
pérdidas de nutrientes, aunque menos que las producidas al hervir Frutas y Hortalizas
en abundante agua y durante un largo período de tiempo.
Cocción
en olla Express
Cocinar en olla Express (a presión) genera, bien aplicado, menos pérdidas de nutrientes
Cocinar en olla Express (a presión) genera, bien aplicado, menos pérdidas de nutrientes
que el simple hervido
o que el guisado.
Cocción
al vapor
La cocción al vapor
es más respetuosa con los nutrientes que sumergir a los alimentos en agua,
debido a que algunos nutrientes se quedan en el caldo de cocción (lixiviación).
A modo de ejemplo, cocinar al vapor el brócoli no afecta a la vitamina C,
mientras que cocerlo en agua reduce significativamente su contenido. Ambos
métodos de cocción, sin embargo, pueden producir un aumento en la
biodisponibilidad de betacaroteno, luteína, alfa-y gamma-tocoferoles e incluso
de hierro.
Fritura
Las frituras ejercen
un impacto mínimo sobre el contenido de proteínas o minerales de los alimentos
fritos. De hecho, debido a la alta temperatura y el corto tiempo del proceso de
fritura, ocasiona menos pérdida de vitaminas lábiles (vitamina C o vitamina B1,
por ejemplo) que otros tipos de cocción. La fritura en aceites vegetales (ej:
aceites de oliva y girasol) puede aportar al alimento vitamina E, aunque el aumento
de grasa de los vegetales fritos aumenta su densidad energética, y ello puede
suponer una ganancia indeseada de peso corporal, si la ingesta de fritos es
alta.
Horneado
Hornear los alimentos
es un método que ejerce pocos cambios en el contenido en
nutrientes
de Frutas y Hortalizas, aunque ello dependerá, lógicamente, tanto del tiempo
que dure el horneado como de su temperatura.
Microondas
La cocción con
microondas suele preservar mejor el contenido de nutrientes de los
alimentos que otros
tipos de cocción debido a que los tiempos de cocción son más cortos y a que el
contacto con el agua es menor. No obstante, si los tiempos de cocción son largos
o se sumerge el alimento en agua, las pérdidas pueden ser altas.
Consejos
en relación a los métodos de manipulación de frutas y verduras.
Para prevenir la
pérdida de nutrientes conviene tener en cuenta las siguientes
consideraciones:
- Pelar y cortar el
alimento justo antes de prepararlo y/o consumirlo.
- Usar tiempos cortos
de remojo (para lavarlo)
- Emplear métodos de
cocción en los que el agua y el alimento tengan poco
contacto (vapor,
microondas, frituras, salteados, etc.).
- Si se hierve,
esperar a que el agua hierva para sumergir el alimento.
- Añadir un chorrito
de vinagre o de zumo de limón al agua de cocción
(aunque ello puede
alterar su sabor).
- Cocinar las
hortalizas “al dente” y enfriarlas tras la cocción es la mejor
manera de conservar
sus vitaminas.
- Aprovechar el agua
de los vegetales cocidos para elaborar otros alimentos
(ej: salsas, sopas, purés etc.).
Fuente: http://www.grep-aedn.es/documentos/FyH.pdf
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